Un mañana, hace unos 7 años, estaba en mi carro escuchando un Podcast mientras iba a mi trabajo corporativo. En esa época trabajaba nada más y nada menos que en una tabacalera haciendo análisis de tesorería, manejo de seguros, flujos de caja y demás.

Sip, así como lo escuchas.

Pero más allá de dónde trabajaba, lo que más me acuerdo de esa época es como me sentía: vacía, perdida y jalada por la vida. Como cuando estás en el mar y llega una ola que te revuelca y te lleva a donde sea, quitándote hasta el traje de baño y revolviéndote el pelo sin que puedas hacer nada al respecto.

Esa sensación de impotencia es de las peores cosas que puedo sentir en la vida.

En ese entonces estaba obsesionada con la idea de encontrar mi propósito y por lo mismo, buscaba con hambre y desesperación respuestas, consejos y soluciones para encontrarme y definir ese bendito propósito.

En eso, di con el podcast que te cuento, en donde entrevistaban a una chica que hablaba de Human Design. Ella contaba de su tipo energético, de cómo esta herramienta le había ayudado, de lo que había entendido de sí misma y de su vida, etc, etc.

Era proyectora. Y mientras más le escuchaba, más pensaba "esto tengo que ser yo, me resuena demasiado, cómo puedo saber más".

Obviamente al terminar ese episodio corrí a buscar mi DH y spoiler: resulté ser proyectora.

Y como no entendía nada de todos los conceptos, líneas y figuras de ese enigmático cuadro, empecé a investigar frenéticamente y me sumergí en un rabbit hole del que no he salido hasta la fecha.

DH me ayudó a entenderme y aceptarme muchísimo, como probablemente te pasó a ti.

¿Pero sabes qué es lo que realmente me atrapó?

Que me ayudó a ver con claridad mi genialidad, mi aporte, mis dones, mis cualidades.

Dones y cualidades que me parecían X o que me daba miedo mostrar. Que tapaba debajo de una máscara de "humildad".

DH fue una especie de cachetada del universo diciéndome "deja de hacerte la loca con lo que te di, deja de vivir para los demás. Hazte cargo de tu vida".

Años después renuncié a mi trabajo y terminé compartiendo Diseño Humano.

Yo, que era la estudiante estrella. Abanderada, mejor egresada, summa cum laude.

La hermana mayor. La que seguía todas las reglas.

La que siguió todos los pasos al pie de la letra de lo que se supone que uno hace en escalera de la vida, terminó mandando al carajo su trabajo corporativo un año después de la pandemia, justo cuando mejor le iba.

Renunciar fue la culminación de un proceso que me tomó AÑOS.

Fue un proceso en donde tuve que adueñarme de lo que quería, de reconocerme como autoridad de mi vida, de soltar el camino perfecto que pensaba que tenía que seguir, de saltar al vacío y jugarme por mí.

De darme cuenta que ese sentimiento de impotencia estaba ahí porque yo estaba cediendo mi poder.

Cediéndolo a mi condicionamiento y a las expectativas externas que sentía que tenía que cumplir.

Esta herramienta me permitió ver con claridad absoluta mis patas flojas, el condicionamiento al que soy más vulnerable y que tiende a tomar las riendas de mi vida cuando me distraigo. Algo que sigo aplicando y observando todos los días de mi vida.

DH puso en palabras cosas que intuía de mí y además me dio ese permiso externo que a veces sirve de empujón para hacer eso que en el fondo queremos.

Y como si fuera poco, me ayudó a entender por qué estaba obsesionada con el tema propósito y a encontrar paz en mi búsqueda.

Y es que DH hace eso, te pone en frente, de manera clara y obvia tus zonas de genio y también toooodas las mentiras y creencias que te estás comprando para alejarte de esa genialidad.

Entender tu cuadro en el fondo se trata de entender tu frecuencia energética.

Te da herramientas para poder leer y detectar cuándo funcionas desde un espacio que te honra a ti y a tu verdad y cuando no.

Y lo hace a través de cientos de arquetipos que están codificados en los componentes del cuadro.

En esta formación vas a aprender a decodificarlos con fluidez, responsabilidad y practicidad para que no se queden como cosas etéreas sino que hagan una diferencia real en la forma en la que vives tu cotidianidad, navegas tu mundo interno y te relacionas con otros.

Tu experiencia no solo va a ser de aprendizaje teórico sino de transformación e integración personal.

Porque soy fiel creyente de que cuando compartes algo que llevas dentro, el impacto es infinitamente mayor.

Te aseguro que no vas a ser la misma persona cuando atravieses este proceso.

Y eso inevitablemente va a expandir la manera en que guíes y calibres la frecuencia energética de todos tus espacios y ofertas.

Vas a poder guiarles a tus clientes a su propia sabiduría, a conectar con su poder y con su manera única de operar.

Les vas a poder ofrecer perspectivas empoderadoras.

Vas a iluminar sus puntos ciegos y las creencias que les alejan de la expresión más elevada de su ser.

Te lo aseguro porque lo he visto en más de 160 personas que ya han hecho el viaje conmigo.

Y ahora, siguiendo el mismo saber que me llevó acá, he decidido despedirme de la Certificación que he guiado por más de 3 años y que me ha llenado el alma de maneras indescriptibles.

Me despido para hacer espacio y para que mi compartir pueda evolucionar y plasmarse de maneras diferentes.

Lo hago con calma y certeza, porque sé que esta decisión viene de un espacio interno de honestidad y sabiduría.

Conocer mi Diseño y experimentar con él me ha permitido tomar estas decisiones con confianza, entrega y rendición.

Y eso es lo que deseo también para ti y tus clientes. Que puedan confiar en su sabiduría y su magia para elegir la vida que honre todo lo que son.

Y para despedir esta etapa, podrás acceder a la Certi con un 50% OFF hasta el 21 de diciembre y tener una sesión mensual en vivo conmigo hasta junio de 2026.